Este martes el Banco Central (BCRA) resolvió bajar la tasa de interés de referencia de 28,75% a 28%, una reducción sustancialmente menor a la que esperaba el mercado, cuyas expectativas implicaban llevarla a 27%, que es la tasa que actualmente está pagando la autoridad monetaria por las Lebacs a 30 dÃas.
"Es una baja menor a la esperada, por ende podemos esperar nuevas bajas a futuro", dijo a LPO Gabriel Zelpo, economista en jefe de la consultora Elypsis.
Con esta decisión, el presidente del organismo monetario, Federico Sturzenegger, envió asà una señal de rebeldÃa o falta de coordinación con las expectativas de la Casa Rosada, que en una tensa conferencia de prensa lo habÃa obligado a convalidar un relajamiento de las metas de inflación para este año, en lo que no fue otra cosa que una excusa para forzarlo a hacer lo que verdaderamente interesa al ala polÃtica del Gobierno: una baja sustancial de las tasas.
Sturzenegger con la baja de este martes, tildada de "testimonial" en el mercado, dejó perplejo al mercado que ya habÃa descontado su subordinación operativa a la Casa Rosada. "La baja tiene gusto a poco y parece una advertencia a la Rosada de que si los datos de la economÃa no vienen bien, no va a bajarla por más que se lo pidan", evaluó en consulta con LPO un destacado operador financiero.
Para Javier Alvaredo, de la consultora ACM, con esta leve baja Sturzenegger "intenta minimizar la dañada percepción de independencia del BCRA, quedándose a la vez con margen para futuras bajas en las tasas. El riesgo de esta estrategia es que ese margen tal vez se vea acotado a la luz de los datos de inflación de diciembre por encima del 2.5% y el aumento de tarifas y combustibles para los primeros meses del año y sus efectos de segunda ronda tornarán más difÃcil justificar nuevas bajas".
En sÃntesis, "un recorte tan escaso no parece justificar el "ruido" polÃtico que generó el cambio de metas", sostuvo Alvaredo ya que con esta decisión el dólar no va a subir lo que el Ejecutivo esperaba.
El presidente del Banco Central tomó además una decisión acaso intencional para meter distancia ante eventuales presiones del Poder Ejecutivo: decidió irse de viaje a Basilea. O sea, este martes no estaba en el paÃs.
"Con toda la información disponible, el BCRA decidió reducir su tasa de polÃtica monetaria, el centro del corredor de pases a 7 dÃas, en 75 puntos básicos, a 28%. El Banco Central será cauteloso en la adecuación de la polÃtica monetaria al nuevo sendero de desinflación", sostuvo la autoridad monetaria en su comunicado de polÃtica monetaria, en le que remarcó que asà "evita que se incremente el sesgo contractivo de la polÃtica monetaria" habida cuenta del nuevo objetivo del 15% de incremento de precios para 2018.
"Naturalmente, si se busca una menor velocidad de desinflación que la planeada originalmente, corresponde un sendero de polÃtica monetaria menos contractivo que el que antes se preveÃa. Pero esa moderación en el sesgo contractivo sólo podrá sostenerse en el tiempo en la medida en que la evolución de la desinflación sea compatible con la trayectoria buscada", aclaró el comunicado en la justificación de su decisión.
Pero, como actualmente la inflación y en particular las expectativas no están en lÃnea con la trayectoria buscada, la decisión generó confusión en el mercado. Por un lado, porque la baja no alcanza a incidir en el nivel de inversión, que es lo que perseguÃan Marcos Peña y Mario Quintana al forzar el cambio de metas. Y, por otro, porque el comunicado conservó un lenguaje "agresivo" -o "hawkish", como dicen los analistas- en cuanto al compromiso con la lucha antiinflacionaria como antes del cambio de metas, lo que fue bien recibido en el mercado.
Pero además porque solo redujo la tasa una parte de lo que la habÃa bajado para las Letras del Banco Central (Lebacs) con las que suele estar alineada, e invirtió la curva de rendimientos.
"No es sencillo interpretar esto", dijo a LPO un importante economista que esta vez prefirió el off the record. Es que por un lado, con esta decisión la tasa de interés quedó invertida, lo que sugiere que se esperan bajas más fuertes de la tasa, cuando en realidad lo que se observa en el corto plazo es que las expectativas de inflación vienen in crescendo desde el cambio de meta.
Asimismo, la decisión se funda en datos de la inflación núcleo de un Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) medido antes del anuncio del cambio de metas y, por lo tanto, muy poco consistente con la inflación creciente del mes de diciembre y la suba en las expectativas inflacionarias. "Parece que el Banco Central está administrando la poca credibilidad que le queda", ironizó el economista.
En el comunicado oficial, el Banco Central destacó que, de acuerdo al REM, "la inflación esperada para 2018 aumentó de 16,6% a 17,4%; la mayor estimación en la corrección de precios regulados da cuenta de ese incremento, puesto que la expectativa de inflación núcleo se mantuvo estable en 14,9%. En tanto, para 2019 la expectativa de inflación creció de 11,3% a 11,6% (la núcleo se redujo de 10,4% a 10%) y por primera vez se relevó un pronóstico para 2020, que resultó de 8%".
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O tienen pánico de una corrida al dólar ?